CRÓNICA

Una escultura de Jesús Malverde llegó a la catedral de la Santa Muerte en Pachuca. De casi tres metros de altura, el santo de los pobres, desprotegidos y narcos tendrá su capilla en el segundo piso del mercado Sonorita, para que sus seguidores puedan rendirle culto.

Como en una fiesta, Óscar El Perro Pelcastre , obispo de ese templo, llama a un trío que rondaba la avenida 9 para que le cante Las Mañanitas a la Niña Blanca.

“Los panistas pretenden tirar 120 capillas en los barrios altos, dicen que los van a acabar, por eso el PAN perdió en el Estado de México, por el ataque de Yolanda Tellería a la Santísima Muerte. Estamos enojados  y unos artesanos de Toluca donarán a Malverde, para mostrar nuestro poder”, dice el también dirigente de la Federación de Organizaciones Independientes del Estado de Hidalgo (Foideh) antes del arribo de la nueva efigie, que acompañará a la Santa Muerte, al Diablo, la virgen María y a Cristo, entre otras figuras de culto en el templo capitalino.

Afuera, devotos y vendedores de productos esotéricos esperan desde las dos de la tarde la llegada de los artesanos de Toluca. Dos horas después, terminada el rito, arriba la coordinadora nacional del Organismo Nacional de Mujeres Priístas (Ompri), Adriana Flores, que espera resguardada entre un puesto la salida reporteros  y fotorreporteros.

Pelcastre interrumpe una entrevista cuando, a las cuatro de las tarde con 10 minutos, un hombre de pantalón azul y playera gris llegó llega. Carga una figura que coloca en el centro de un cuadro cuyas esquinas son cuatro arreglos con flores rosas y fucsias.

El Perro posa para la foto junto con la efigie, que tiene como base un cuadro que simula monedas doradas, y su creador, el artesano Denis Miguel Rojas.

– Se sabe que el santuario más importante de Malverde está en Culiacán, Sinaloa, incluso lo visten como Joaquín Guzmán Loera El Chapo –se le cuestionó al mexiquense.

–Esta figura es la más grande de la república, la de Sinaloa no tiene ni 60 centímetros y es sólo un busto –responde quien asegura ser el único que elabora estas figuras por una promesa a su santo.

–No hay una imagen de Malverde como tal (…) son piezas únicas. No existe una imagen de Jesús Malverde como tal.

Para darle forma, dice, “más o menor” se toman las facciones de Pedro Infante.

“Jesús Malverde es medio cuerpo, en realidad nos lo imaginamos, no tenemos una idea de cómo es”.

Tras unos minutos de aplausos por el arribo de la escultura, El Perro comienza a bañar en cerveza la pieza, rompe la caguama y el líquido se esparció en el suelo. El trío va con la tercera canción dedicada a la Santa Muerte: Madrecita  Querida.

Toma otra cerveza, da un trago  y la deja como ofrenda. Tira alcohol, prende fuego unos centímetros fuera del cuadro mientras terminan los acordes “felicidades, felicidades, que tengas dicha, toda la vida”.

“Este mensaje va para el PAN: se le va construir un templo a Malvarde en Pachuca, y gente de Toluca nos vino a apoyar”, dice en respuesta al derribo de una capilla en La Raza.

Cuando el fuego cesa, además de las ofrendas florales, el suelo se llena de pétalos de rosas rojos, amarillas y blancas, el obispo ubica al lado izquierdo una imagen de San Judas Tadeo y a la derecha una réplica de la virgen de Guadalupe. Encendió tres veladoras.

A un costado del altar improvisado, el autonombrado obispo negro forma la palabra PAN y prende fuego. Sentencia que ese partido se acabará “por meterse” con la Niña Blanca. El rito queda registrado en distintos celulares.

Luego toma a un bebé y grita que sería narco como su padre. Vuelve a hacer con alcohol un círculo de fuego alrededor de la figura mientras sus seguidores aplaudían. Luego, en entrevista, compone y dice “naco”.

Denis Miguel, el de Toluca,  aseguró que la devoción al santo no es exclusiva de narcotraficantes, también acuden a él madres y padres de familia, así como gente pobre para pedir favores.

“Un santo o una imagen tiene muchos seguidores: puede ser bueno o malo, a nosotros no nos toca criticarlo, simplemente respetar que ellos tiene su elección para elegir y seguir a quien adoran (sic)”.