Bastó una hora con 20 minutos para que un automovilista infringiera el Reglamento para el Control de Estacionamientos en las Vías Públicas Regulados por Parquímetros en Pachuca, el cual entró en vigor a partir de las 8:00 horas del 1 de diciembre.

El protagonista de la novel sanción: el conductor de un automóvil Chevy, rojo, con placas del DF, quien en su defensa alega desconocer que los parquímetros, cuyos ingresos irán en 85 por ciento a la empresa Comuninpark, iniciaron operación.
La primera multa, pese a toda la señalética colocada desde hace un mes en la zona centro de la ciudad para advertir a las automovilistas sobre las nuevas disposiciones en el uso de los cajones de estacionamiento en vía pública, que desde el 1 de diciembre cuestan 2 pesos por un cuarto de hora, se registra a las 9:20 horas del martes en la calle Guerrero, casi esquina con Victoria.
De poco valió la excusa del sancionado, pues un agente de Tránsito facultado procede, inicialmente, a colocar el inmovilizador y, posteriormente, a levantar la infracción equivalente a dos salarios mínimos: 140.20 pesos.
Minutos antes, desde las 8:00 horas, el secretario de Seguridad Púbica, Tránsito y Vialidad de Pachuca, Edwin Hernández Garrido, encabeza recorridos por las calles del centro de Pachuca para orientar a los automovilistas sobre el uso adecuado de las máquinas de cobro.
Ataviado en su uniforme policial, el mando capitalino exhorta a respetar los reglamentos de Tránsito y de Parquímetros, pero también a atender la señalética.
“Porque se nos olvida que ésta contiene información importante que nos puede evitar ser sujetos de alguna multa”, como el caso del conductor del Chevy rojo, que ahora porta un inmovilizador en la llanta.
Dos cuadras adelante, justo en la esquina de la calle de Guerrero con Juárez, el conductor de una camioneta es el segundo en infringir el ordenamiento. En su moderna troca, de grandes rines, también atoran un ligero armatoste rojo con amarillo.
Incrédulo, el conductor y su acompañante pretenden “solucionar” la falta con una llamada telefónica. De nada vale. El inmovilizador queda colocado y la multa expedida.
A lo largo del día, opiniones divididas genera la entrada en vigor del programa vehicular. Comerciantes, transeúntes y clientes de negocios, en su mayoría, califican de positiva la medida; a diferencia de quienes infringieron el reglamento y descalifican éste por considerar que su fin es recaudar dinero.
“Se trata de un programa que efectivamente es polémico, donde hay opiniones a favor y en contra, pero su fin es el de brindar movilidad a la zona centro, para permitir que haya flujo de visitantes y clientes”, afirma el secretario de Obras Públicas del municipio, Víctor Bautista.
Marco Antonio Mata, vecino de la colonia Santa Julia, considera que no es mala la idea de controlar el tiempo de estacionamiento en la calle, pues comerciantes o “gente de gobierno”, por lo general, dejaban todo el día sus autos estacionados en vía pública, “pero sin duda que afecta la economía”.
Durante las primera seis horas del programa, hasta las 2 de la tarde, el saldo asciende a cinco vehículos inmovilizados.