La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene registro de 44 mil 401 armas de corto y largo calibre cuya posesión está legalmente acreditada en Hidalgo, las cuales pueden utilizarse, únicamente, en casos de defensa personal. 

Después de Pachuca, donde 4 mil 650 armas están registradas para uso doméstico, Tulancingo, con 2 mil 238, y Huichapan, con mil 912, son los municipios en los que existe más armamento autorizado. Para obtenerlo se requiere presentar carta de antecedentes no penales, fotocopia de la cartilla del Servicio Militar Nacional y una carta de trabajo en la que se especifique puesto, antigüedad y percepciones, entre otros documentos.
Zimapán, con mil 846; Cuautepec, con mil 730; Apan, con mil 375, y Singuilucan, con mil 114, siguen en cuanto a demarcaciones con más pistolas, revólver o escopetas en posesión de sus habitantes, según los datos que obran en el Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, que Criterio obtuvo como respuesta a la solicitud de información 0000700009816 dirigida a la Sedena.
En el país están registradas un millón 786 mil 999 armas de las cuales 183 mil 473, que equivale a 10.26 por ciento del total nacional, están domiciliadas en la Ciudad de México, 134 mil 210 de corto cañón y 49 mil 264 de grueso calibre.
Aguascalientes es la entidad con menor registro: 12 mil 478 armas de fuego para uso doméstico.
En su edición del 29 de julio de 2015, Criterio reveló que de 2006 –cuando el expresidente Felipe Calderón emprendió la lucha armada contra el narcotráfico-, hasta esa fecha, el gobierno de Hidalgo adquirió 3 mil 508 armas para reforzar sus cuerpos de seguridad y hacer frente al crimen organizado.
El 46.36 por ciento del armamento lo compró en 2010, cuando el grupo delictivo de Los Zetas realizaba operaciones para el trasiego de droga desde el estado y era liderado por Heriberto Lazcano Lazcano El Lazca, un exmilitar que creció en la colonia El Tezontle, de Pachuca.
La información se obtuvo a través de la solicitud 000070071415 que respondió la Dirección General de Industria Militar de la Sedena, la cual también dio a conocer que el arma más económica a la venta es la de corto cañón calibre .380, a un precio mínimo de 4 mil 145 pesos, y un máximo de 10 mil 863 pesos.
De los fusiles de corto cañón los más costosos son los calibres 9 milímetros, a un mínimo a la venta de 7 mil 767 pesos, y un máximo de 21 mil 75 pesos, así como el calibre 45, a un precio mínimo de 9 mil 248 pesos y un máximo de 11 mil 458 pesos.
En cuanto a armas largas, la más costosa es el fusil fal calibre 7.62×51 que la Sedena comercia a los gobiernos estatales a un mínimo de 33 mil 30 pesos y a un máximo de 170 mil 232 pesos.