Los infantes que habitarán la Casa del Niño Indígena llegaron a las 11 de la mañana para esperar al presidente Enrique Peña Nieto, que arribó en helicóptero a las dos de la tarde acompañado de su esposa, Angélica Rivera, y el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño.

Durante la espera, los menores preparaban las porras a Peña; la Gaviota, como identifican a la primera dama; a Nuño, y al gobernador priísta Omar Fayad Meneses.

“Peña Nieto, presidente, de los niños, siempre pendiente”, “La Gaviota, la Gaviota, siempre nos apoya” y “Fayad va llegar y la casa va a llenar”, ensayaban los menores, que posteriormente serían premiados. 

Previo al arribo del presidente de la república, un payaso animaba a los menores y forzó a los secretarios de Obras Públicas, José Ventura Meneses, y de Educación Pública, Sayonara Vargas, a bailar.

En acto llegaron alrededor 200 personas, siete convoyes militares, quienes más tarde hicieron los honores a la bandera para recibir al comandante supremo de las fuerzas armadas. Mientras, policías estatales resguardaron la entrada al municipio de la Sierra.

La municipalidad Nicolás Flores, expresó Nuvia Mayorga Delgado,  titular de la Comisión Nacional  para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi), es considerada un municipio con pobreza extrema.

“Su población es mayoritariamente indígena, pocos conocen el internet y los niños en su mayoría no conocen la capital de su estado”, agregó la hidalguense.

En Nicolás Flores, ocho de cada diez personas son pobres y en las clínicas existe un desbasto de medicamento, reconoció Fayad.

Al término del acto protocolario, a los menores de escasos recursos les entregaron juguetes y les compartieron pastel por parte de presidencia de la república, en la víspera de la celebración del Día del Niño.