Las recientes granizadas, la ausencia de suficiente caudal en el sistema 03, que irriga poco más de 90 mil hectáreas, junto con las últimas inclemencias del tiempo, se han convertido en advertencias de los campesinos para que no haya confianza en la producción del ciclo primavera-verano.

Las expectativas del fenómeno del Niño muestran que primero causarían lluvias abundantes acompañadas de fuerte vientos en el primer semestre del año, para luego, en la segunda parte del año enfrentar una aguda sequía.
Estos pronósticos, emitidos por el Servicio Meteorológico Nacional, forman parte de los efectos primarios del calentamiento global, han hecho que los campesinos se abstengan en algunos casos hasta de sembrar.
Felipe García, líder de un complejo agropecuario de la Vega de Metztitlán, planteó que hay incertidumbre entre los campesinos, porque las primeras siembras se vieron afectadas por las fuertes granizadas que obligaron a resembrar, en el caso de los granos.
Mientras que en el Valle del Mezquital, Agustín Sánchez, productor de granada, planteó que los recientes granizos terminaron con la flor de los árboles, lo que motivó que se perdiera una de las mejores cosechas en ciernes.
“Teníamos mucha confianza porque los árboles se encontraban llenos de flor, lo que indicaba que habría buena cosecha de granada, la cual ya se manda a los Estados Unidos, sin embargo todo quedó en esperanza”.
Además, planteó que hay algunas matas que podrán sacar la producción para consumo local, sin embargo hay temor entre los agricultores porque hay signos de que el tiempo no será benévolo para este ciclo primavera-verano.
Mientras, en la zona sur del estado, quienes se dedican al cultivo de cebada se encuentran temerosos de no contar con la suficiente agua para iniciar sus labores en el campo.