Tras el fallecimiento de una mujer de 20 años en el Hospital Integral Otomí-Tepehua, en San Bartolo Tutotepec, por la falta de especialistas, el secretario de Salud, Marco Antonio Escamilla Acosta, afirmó que dará seguimiento a las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH).

El pasado 19 de octubre, el órgano documentó en el expediente RTD-0016-10 el caso de una mujer a quien, luego de dar a luz, se le presentó una complicación denominada inversión uterina: una hemorragia derivaba de la salida del útero a través de la vagina al momento del parto; de no ser atendido a tiempo, resulta mortal, de acuerdo con la Comisión de Arbitraje Médico.

En su investigación sobre el caso, el organismo público autónomo determinó que la muerte se pudo evitar si la paciente hubiera recibido atención oportuna  y multidisciplinaria por especialistas; no obstante, al carecer el hospital del recurso humano mínimo indispensable y obligatorio, como un anestesiólogo, ginecólogo y obstetra, la mujer falleció.

El pasado 11 de octubre, Escamilla Acosta declaró que la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) implementaría una alerta para prevenir las muertes maternas y lograr cero decesos de embarazadas.

Ese esquema consistiría en ubicar a las mujeres que podrían tener complicaciones en la gestación y así atenderlas para evitar muertes maternas.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),  Hidalgo presenta una tasa de mortalidad materna de 65.55 por cada 100 mil nacidos. La más alta la tiene Durango, con 71.2.