La creciente violencia contra periodistas en México, también, deriva de “un reconocimiento personal (que busca el periodista)” que los puede exponer a agresiones, señaló Carlos Acosta Córdova, de la revista Proceso.

“La situación de los periodistas en México es de la chingada. Yo participo muy poco (en temas de seguridad o narcotráfico), pero muchos periodistas agarran bandera para tener un reconocimiento personal… es real y tenemos que hacer algo”, señaló durante una plática con alumnos del noveno semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

El especialista en temas económicos de la revista que fundó Julio Scherer indicó que la vulneración de la integridad al gremio se debe a una descomposición, pues agregó que la corrupción ahora es más visible por la cuestión de transparencia, oficial y no oficial, las organizaciones civiles que se han multiplicado y por la relevancia de las organizaciones que defienden los derechos humanos.

“Estar denunciado y jodiendo. Hay compañeros que no me gustan sus gritos, porque ‘gritan más de lo que hacen’. Prefiero ponerme a escribir más y ser congruente y consecuente, a salir golpeando al Ejército, a la Policía o el narco”.

Durante la charla, Acosta Córdova compartió anécdotas de su trabajo en el periodismo que inició a principios de los años 80, y otras con Julio Scherer:
“¡Qué carajos con usted, don Carlos! ¡Disfrute su trabajo! Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Haga cosas buenas y disfrute lo que hace. Su perfeccionismo lo paraliza. Lo hace inútil. Su nota es una chingonería, me gritó, molesto, don Julio Scherer, un día de 1986”, recordó.