La retención de cuatro centroamericanos que el 8 de junio pasado fueron confundidos con delincuentes por parte de pobladores de Huasca es producto de la “psicosis”, reconoció el alcalde Marcelo Soto Fernández.
“Lo que pasa es que se echan a correr al ver un retén, y cualquiera se alarmaría al ver cuatro desconocidos corriendo por su casa, dado los recientes acontecimientos”, dijo en relación al intento de linchar a cuatro sujetos por hurto, el 12 de mayo anterior.
“Es un efecto psicosis, es cierto; sin embargo, ya está en normalidad el municipio”, dijo el edil, quien añadió que los delitos que más afectaron a los vecinos son el robo de vehículos y a casas habitación. Soto Fernández dijo que no le consta que los sujetos que iban a ser linchados eran los responsables de la ola de inseguridad, “pero agradezco al secretario de Gobierno, al secretario de Seguridad y al gobernador que dieron toda la apertura a los vecinos para hacer sus demandas y estas siguen su curso”.
El presidente señaló que tienen “identificado” que delincuentes provenientes de municipios vecinos se desplazan a Huasca de Ocampo para delinquir, por lo cual, de manera conjunta con la Secretaría de Seguridad de Hidalgo (SSPH), han implementado estrategias para frenarlos.
“Aquí son incidentes que tenemos que se han generado por vecinos de municipios cercanos que se han dedicado a eso. Que Dios los bendiga allá, pero aquí no podrán delinquir”.
Según el edil, Acatlán es el municipio de origen de los delincuentes que operan en Huasca.