Desde 2014, cuando comenzó la elaboración de diagnósticos penitenciarios, los Centros de Reinserción Social (Ceresos) y cárceles distritales de la entidad, continúan estancados en atención médica, pues carecen de especialista, insumos y medicamentos que se requieren para el tratamiento de internos, revelan los análisis de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH).

El visitador general de la CDHEH, Humberto Vieyra, confirmó el “lento” avance a pesar de las acciones del Estado por que los centros sean lugares que reintegren a una persona al contexto social, lo que requiere inversión. La falta de recursos, dijo, es la principal causa de que apenas una mínima parte de las recomendaciones sea atendida.

“Es poco lo que se ha atendido. Todo representa un gasto y hay quienes dicen que al Estado no le interesa invertir en la población penitenciaria porque no generan votos”, señaló en entrevista con Criterio.

Además, informó –como revelan los diagnósticos– aún se incumple con la separación de espacios destinados a hombres y mujeres privados de su libertad, quienes tampoco se encuentran divididos en sitios para sentenciados y procesados. Los primodelincuentes y reincidentes, en tanto, conviven en un mismo ambiente.

Para el visitador del organismo público autónomo, este contexto de encarcelamiento resulta “tóxico”, pues la convivencia con reos con conductas delictivas reiteradas “es estar en una escuela del crimen”. 

“La no separación puede ser nociva para quienes ingresan por primera vez al centro. Hay quienes afirman que las cárceles son escuelas del crimen y no existe una reinserción social”, agregó.

En los últimos tres años, el Congreso de Hidalgo asignó 410 millones 109 mil 583 pesos al Sistema Penitenciario y de Reinserción Social en la entidad. Pese a ello, sólo registra avances en deportes y educación preescolar para hijos de internas, detalló.

Vieyra insistió en la necesidad de que el gobierno estatal gestione recursos para un nuevo penal, que permitirá disminuir el hacinamiento de presos en las cárceles.

Entre las recomendaciones de la CDHEH que el sistema penitenciario cumple de manera parcial está la disminución de la sobrepoblación en las cárceles de Hidalgo.

En julio pasado, la Secretaría de Seguridad Pública trasladó a 41 internos de los Ceresos de Pachuca, Tula, Tulancingo y Jaltocán a Centros Federales de Reinserción Social (Cefersos); sin embargo, el espacio carcelario sigue siendo insano y complica el objetivo de reinsertar en la sociedad a una persona que ha delinquido, sostuvo.