En el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el licenciado en derecho José Antonio Vargas Olmedo, dijo a Criterio que en Tula, de cada diez casos de mujeres que deciden divorciarse por violencia familiar, a cinco se les otorga el perdón, dos se concluyen, y los demás no se les da seguimiento, precisando que el delito de violencia familiar no es grave.
“Es una constante de las mujeres, perdonar a su agresor, la ley en México permite que el juez pueda fincarle un castigo de cárcel, que al no ser un delito grave alcanza fianza, o mandarlo a tratamiento psicológico, eso dependerá de la autoridad”, dijo el litigante.
Vargas Olmedo platicó el caso de una mujer de Tula que era golpeada por su esposo, quien incluso la encañonaba con arma de fuego. Luego de iniciar el proceso de separación, a los 25 días otorgó el perdón a su agresor diciendo que le iba a dar otra oportunidad. “Este tipo de casos son comunes, lamentablemente. Las mujeres creen que ellos van a cambiar y les dan otra oportunidad; es una frase muy recurrente en ellas”.
Sobre los casos de mujeres que defendiéndose de la violencia por parte de los hombres llegan a matarlos, como el reciente de una mujer del municipio San Bartolo Tutotepec, quien presuntamente para poner fin a las constantes agresiones de las cuales era víctima, mató de cinco disparos a su cónyuge, el abogado dijo que se debe analizar cada caso de manera distinta, pues se podría acreditar legítima defensa en la acción de la mujer.