Durante su último evento oficial como gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz entregó la rehabilitación del Corredor Urbano San José, antes llamado Bajada de la muerte, y el edificio sede del hospital de Cruz Roja, delegación Tulancingo, obras que, en conjunto, implicaron una inversión cercana a 86 millones de pesos.
Con recursos que alcanzaron los 60 millones de pesos, la primera obra ejecutada en la puerta de entrada a la región Tulancingo y zona Otomí-Tepehua, sobre el tramo urbano de la carretera México-Tuxpan, donde se registra un aforo promedio anual de 12 mil vehículos, incluyó la construcción de drenes pluviales y colocación de 370 luminarias.
A lo anterior se suman un puente peatonal, cinco retornos viales distribuidos en la pendiente de seis kilómetros, con sus respectivos semáforos, instalación de señalamientos y pantallas informativas tipo LED, entre otros aspectos que, a decir del ahora exsecretario de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial, Jesús Romero Quintanar, hacen única a esta obra vial en la entidad.
En el nuevo hospital de Cruz Roja, delegación Tulancingo, edificado a un costado de la Policía Federal (PF) y frente al cuartel de Bomberos, el gobierno estatal saliente destinó recursos por 26 millones y corresponderá a la institución sufragar el equipamiento de la misma, en lo que estiman invertir entre siete y ocho millones, de los cuales al menos cuatro millones de pesos ya
fueron aplicados.
Esta clínica construida al margen de la carretera federal México-Tuxpan será dirigida por el otrora titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), Alberto Jonguitud Falcón; entrará en funciones en 30 días más, con los servicios de urgencias, medicina general y atención odontológica, pero prevén que opere al cien por ciento en un lapso no mayor a
tres meses.