La Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH) informó que Mónica Ivette Ramírez de Arellano Vega, exjefa de Oficina adscrita a la Dirección de Vinculación y Asuntos Legales del Instituto Hidalguense de Infraestructura Física y Educativa (Inhife), quien acusó al titular de esta dependencia, Enrique Azpeitia Medina, de hostigamiento sexual y despido injustificado, desistió de la queja VG-1088-17, sin dar a conocer motivos.
Además, acompañada de un familiar, la exfuncionaria también acudió a las instalaciones de Criterio para retractarse. Dijo, además, no haber sido “amenazada” para retirar el procedimiento en el organismo autónomo contra el funcionario, y no proceder penalmente por el presunto acoso y la recisión laboral.
Ramírez argumentó que luego de “analizar la situación” decidió “retractarse de las acusaciones” que hizo contra Azpeitia Medina, “debido al daño profesional, personal y familiar”.
“En mi condición de madre soltera y en mi desesperación por quedarme sin trabajo inicié un escrito dirigido a la titular de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo, sin pensar en las consecuencias que traería”, dijo.
La exburócrata señaló que su baja, la cual, según el testimonio que presentó a la CDHEH y a la SEPH, se debía a su negativa para intimar con su exjefe, fue por no comprobar su preparación académica para el cargo que fue contratada en el Inhife el 20 de enero de 2017 y negó el acoso. Por ello, arrepentida aseveró, que acudió voluntariamente a las oficinas de este medio para desistir de lo que calificó como “penosa situación”.
Criterio publicó el 8 de mayo la declaración de Ramírez de Arellano Vega, luego de que contactara a la redacción para señalar, con documentos que integran la queja VG-1088-17, que el 24 de abril, a las 11:00 horas, fue despedida después de tres meses de negarse a sostener relaciones con Azpeitia Medina.
En el expediente de la comisión, al que Criterio tuvo acceso, Mónica Ramírez integró copias de screenshot de Whatsapp, en los que Azpeitia Medina le pedía ir a lugares en horario nocturno, seis horas después de que terminara su jornada laboral, y ofrecía enviar a su secretario particular, Francisco Javier Longoria López, quien, denunció ella, tenía conocimiento de este tipo de violencia, pero no actuó. Sin embargo, durante su visita a Criterio, dijo no conocer el número telefónico del cual le enviaron los mensajes.
Al respecto, la secretaría de Educación, Sayonara Vargas, señaló que las mujeres deben denunciar cualquier acto de acoso sexual, pero con hechos reales y no dejarse alienar por cualquier persona para afectar a terceros, ni dejarse llevar por sus impulsos.