Un lobo con piel de oveja
 
Hace (78) meses
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Aunque no es el primero que te viene a la mente cuando piensas en deportivos, el Ford Fusion Sport es uno de los sedanes de este segmento más interesantes del mercado mexicano.

Con frecuencia, la denominación Sport se usa muy a la ligera en la industria automotriz; algunas veces sólo se añaden un par de colillas en el escape o algún accesorio estético. Sin embargo, éste no es, en absoluto, el caso del Ford Fu-sion Sport.

La principal diferencia está en el tren motriz. En lugar de un 2 litros turbo o un muy insípido 2.4 litros de aspiración natural, Ford colocó un V6 de 2.7 litros con turbocargador. La potencia sube hasta 325 caballos de fuerza y es aquí en donde la propuesta se pone interesante.


El torque está por las 380 libras-pie y se sienten en el acelerador. Se trata de un motor EcoBoost que Ford ya utiliza en otros modelos, como en su camioneta de trabajo rudo, la F-150, así como crossovers pesados como la Edge y Lincoln MKX.

En el Fusion, el trabajo del 2.7 litros parece no requerir esfuerzo alguno. Tiene potencia suficiente para andar rápido y el torque responde al acelerador de forma contundente. Todo esto con una agradable nota del escape, como si se tratara de un agradecimiento del motor por dejarlo correr libremente.

Arrancar rápidamente es una labor sencilla y en gran medida otro de los componentes que le agregan la denominación Sport al Fusion. Otro plus es el sistema de tracción en las cuatro ruedas; en condiciones normales no sería necesario pero, con la potencia de este V6 y un pie derecho pesado, se aprecia la facilidad para arrancar sin hacer llorar las llantas. Lo mismo en las curvas, en donde se puede lograr que se deslice lateralmente, algo prácticamente imposible en un Fusion tracción delantera.


Evidentemente hay un precio que pagar por esta magia en el acelerador y quizá esa es una de sus mayores desventajas, pues se trata de un auto de casi 700 mil pesos. En estas situaciones es cuando se extraña la marca premium Mercury.

El rendimiento de combustible está lejos de ser de los más competentes en el mercado, pero no podíamos esperar otra cosa en un coche de sus características.

Este no es un Ford Fusion cualquiera y más que compararlo con los competidores tradicionales del segmento, esta versión en particular debería compararse con algunos sedanes premium, incluyendo vehículos de la talla del Infiniti Q50 o del Acura TLX. Es en esta compañía que el precio y su motorización
hace sentido.

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