Tradición ancestral que se ha ido heredando de generación en generación, es el encuentro a naranjazos, en la que no solo participan hombres, sino también mujeres y niños; con lo cual piden una buena siembra en sus cultivos.
En el campo de batalla se presentaron como locales los de la comunidad de El Espíritu, municipio de Alfajayucan, a un costado de la iglesia; el oponente: la vecina localidad de La Huapilla.
En evento consistía en tirar una botella de licor colocada al centro de la arena, ahí es donde se mide la fuerza y precisión de un representante de cada equipo; posteriormente, las mismas personas lidiaban entre sí, uno a uno.
Finalmente, entre 40 contendientes, divididos en dos equipos, cada uno representando a su comunidad, se golpeaban a “naranjazos”, contando cada uno de los participantes con 15 de estos cítricos, siendo la única ‘arma’ que utilizan para esta actividad.
Previo a dicho encuentro, se lleva a cabo el floreo de banderas, con el que piden permiso a la madre tierra para la actividad, realizando el mismo rito al finalizar todos los combates, como agradecimiento y en ofrenda para poder tener una buena siembra y una mejor cosecha.
Esto se realiza durante la fiesta de carnaval en esta comunidad del Mezquital, debido a que al inicio se la cuaresma es cuando los agricultores comienzan a sembrar en sus milpas, para ello realizan estos actos como ofrenda a la tierra, y tener una buena producción.
Al término de cada encuentro, los participantes se dan la mano con un singular abrazo en señal de fraternidad, en espera de volverse a encontrar el siguiente año.
Erick Benítez | Alfajayucan