El ayuntamiento de Acatlán espera respuesta del gobierno de Hidalgo sobre la solicitud de maquinaria para volver a desazolvar los ríos Grande y Alcholoya, pues ante la temporada de lluvias una decena de comunidades, en las que viven más de 10 mil habitantes, corren el riesgo de que el primer afluente se desborde.

De perder el cauce, el cuerpo de agua afectaría a quienes habitan las comunidades 28 de Mayo, Los Migueles, Totoapita Canutillo, Totoapita La Herradura, Totoapa El Grande, Encinillos, Alcholoya, Los Cármenes y El Transformador.

El alcalde Benito Olvera Muñoz informó que el pasado viernes, junto con personal del Centro Estatal de Maquinaria, recorrió ambos ríos para detectar puntos críticos.

Además, dijo que espera que la administración estatal responda la petición esta semana, pero aseveró que enviarán la unidad requerida, por lo que el municipio aportará el combustible y sufragará el pago del operador.

Pese a que el mantenimiento de los afluentes corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), recordó, en 2017 la delegación en Hidalgo argumentó que no contaba con presupuesto para ello.

“Tras las inundaciones derivadas del huracán Dean, en 2007, se amplió y revistió con cemento el tramo urbano del Río Grande, por lo que el agua corre con mayor volumen y velocidad, pero se forma un cuello de botella a la altura de donde pasa la autopista México-Tuxpan”, dijo.

Advirtió que, justo en los límites de Acatlán y Tulancingo, se reduce el cauce del río: en caso de grandes avenidas, podría “reventar” e inundar a por lo menos 10 comunidades asentadas en la parte baja del municipio, reiteró.

Desbordamiento

El último desbordamiento del Río Grande data de 1999, año en el que vecinos de la parte baja del Acatlán resultaron afectados, principalmente de la colonia 28 de Mayo, también conocida como Santa Rosa, quienes perdieron tierras de cultivo y ganado, lo que representaba todo su patrimonio, recordaron.  En 2017, el huracán Dean generó precipitaciones pluviales extraordinarias que causaron estragos en esa zona de Acatlán, aunque menores en relación a los daños registrados 18 años antes.

María Antonieta Islas I Acatlán