Con música navideña nostálgica, cuyas letras y melodías de algún modo sensibilizan a las personas en la época previa a la navidad y al fin de año, el tenor Fernando de la Mora (Ciudad de México, 1958) diseñó el programa 2017 de su concierto anual en el Palacio de Bellas Artes a favor de niños que padecen de leucemia.

“Solamente pueden tener oportunidad de salvarse si cada uno de nosotros nos sumamos al Banco de Información Genética con la donación de células madre. Con ello, cada niño puede encontrarse con un donador compatible”, mencionó el intérprete, quien informó que el concierto tendrá lugar el próximo 25 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes.

La época navideña, dijo en entrevista con Notimex, nos hace más sensibles y nos lleva a encausar nuestras acciones hacia quien las necesita. “Nuevamente, tengo oportunidad de participar en esta campaña, donde la compra de un boleto, o más, para el concierto, y la donación de células madre hacen la diferencia entre la vida y la muerte”, dijo el tenor.

De la Mora dijo ignorar cuánto costará el boleto de entrada al concierto, cuánto se espera recaudar (aunque espera más de un millón de pesos), cuánto cuesta aproximadamente el tratamiento de un paciente con leucemia y cuántos niños atiende la fundación con la que viene trabajando desde hace varios años (tampoco recuerda cuántos años lleva en esto).

El entrevistado estará acompañado por la Orquesta Sinfónica Mexiquense dirigida por el maestro Rodrigo Macías, la soprano Bárbara Padilla y el Coro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM). El objetivo es salvar vidas y Fernando de la Mora lo ha intentado varias veces, gracias al público que asiste a Bellas Artes y paga por su entrada.

“Lo más importante para la Fundación Comparte Vida, institución que promueve estas acciones altruistas, es reunir fondos para salvar la vida de niños, pero no podemos salvar a todos ellos con lo que se recauda. Sin embargo, elevamos la posibilidad de hacerlo si sensibilizamos a la gente para que se inscriba en el Banco de Información Genética”.

La dinámica, puntualizó, es muy sencilla. “Asistes, te dan un piquetito con una aguja, te sacan una ampolletita de sangre y la analizan, te inscriben y quedas registrado con toda tu información genética. Si en algún momento es compatible contigo, ya salvaste una vida; cuando estés frente a Dios, algún día, tendrás una palomita por haber salvado a alguien”.