El artista plástico francés Maurice Boitel, quien destacó en la corriente denominada joven pintura de la escuela de París, por obras que retrataban la oscuridad de las tormentas y ruinas de guerra, así como personajes como payasos o marineros, es recordado a diez años de su muerte, ocurrida el 11 de agosto de 2007.

El artista plástico nació en Normandía, antigua provincia ubicada en el noroeste de Francia, el 31 de julio de 1919. Con casi todos los premios obtenidos dentro de la pintura francesa, como la medalla de oro del Instituto de Francia, pasó a formar parte de los comités de los principales salones de París, entre ellos el de la Sociedad Nacional de las Bellas Artes.

De acuerdo con la crítica especializada, Maurice Boitel se caracterizó por hacer cuadros de Peniche, Portugal, además de retratar ciudades como Niza, Roma, Florencia y Valencia; regiones como Cataluña o Borgoña y mares del Atlántico.

Su formación artística comenzó en dos localidades del norte de su país, Bologne-sur-Mer y Amiens, en cuyas escuelas de arte pasó una corta temporada para después estudiar en la academia de arte de Dijon, Francia.

Sin duda, la institución que terminó de forjar su vocación como artista fue la Escuela Nacional Superior de las Bellas Artes en París. En dicho plantel conoció a pintores de la talla de Bernard Buffet, Jansem, Yves Brayer, Louis Vuillermoz, Pierre-Henry, Daniel du Janerand, Jean Joyet, Gaston Sébire, Paul Collomb, Jean Monneret y Jean-Pierre Alaux.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) y la ocupación alemana de Francia, Boitel refugió a varios judíos, entre los cuales se encontraba el periodista Henry Jelinek.

El primer premio que recibió el artista francés fue el Abd-el-Tif, el cual le permitió vivir dos años en la capital africana de Argel al lado de su esposa Marie-Lucie. De regreso a su país natal, Boitel expuso en el salón de los Artistas Independientes, en el de Otoño y en el de los Artistas Franceses.

Asimismo, presentó obras en el salón de la Sociedad Nacional de las Bellas Artes y en el Comparaciones. En 1949 fue invitado a exhibir sus pinturas del país argelino en la Galería de los Elíseos, ubicada en una de las calles más prestigiosas de la capital francesa, la Faubourg Saint Honoré.

En 1955, en un artículo publicado en el diario Le Figaro, el autor André Warnod clasificó a Boitel como uno de los principales representantes de la nueva escuela de París.

Para 1958 ganó el Premio Antral y cinco años más tarde fue galardonado con el Puvis de Chavannes, designado por la Sociedad Nacional de las Bellas Artes, el cual le permitió presentar un conjunto de sus obras en el Museo de Arte Moderno en París.

En 1966 recibió el premio Francis Smith, en 1968 la Medalla de Oro de los Artistas Franceses y en 1980 el Instituto Francés le atribuyó el galardón Dumas Millier.

De esta manera diferentes homenajes coronaron su carrera de pintor, los cuales destacan también el premio del Consejo General de Seine et Marne en 1974 y el Roger Deverin por parte de la Fundación Taylor en 1984.