La historia de tres niños huérfanos, quienes acompañados por su tía hacen un viaje en tren hacía La Deriva y en el trayecto conocen a un extraño pasajero que través de cuentos y relatos hace que su destino cambie de rumbo, es el eje temático del montaje De ovejas y príncipes en un tren.

La obra que este domingo inició temporada en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico en esta capital, es un trabajo de Paula Watson, directora y coescritora, junto con Patricia Madrid, quienes inspiradas en El cuentista, de Héctor Hugh Munro (1870-1916), mejor conocido como Saki, presentan una obra que aborda esas cosas que nos hubiera gustado que nos explicaran cuando éramos niños, pero que en casa no se comentaban porque “hay temas que no se deben tocar”.
A través de cuentos y fábulas, el montaje infantil reflexiona sobre temas como el pasado, el destino, la vida, las emociones, la muerte, la amistad, las risas, la inocencia y las decisiones.
De acuerdo con sus autoras, la intención de montar esta obra es brindar a los niños posibilidades para enfrentarse a la vida, fomentar la aceptación de las cosas como son y regalarles la posibilidad de contar su propia historia, “contando un cuento construimos nuestro destino”.
El montaje, a cargo de Carretera 45 Teatro, recurre a la imaginación, al amor y a la intuición como herramientas para comprender la realidad; también es una invitación a los adultos para que retornen a la infancia, pues al final, “todos fuimos niños y nacimos con alma de príncipes”.
Con un fondo oscuro, cuatro maletas de las que emergen arbustos, ovejas, luces de bengala, serpientes, una reina y el sonido de un expreso saliendo de su estación, cada acto atrapa a los asistentes, mientras los actores intentan recrear cada pasaje de los cuentos.