A más de mil 700 años de su muerte, han sido encontrados en Irán los restos mortales de los santos Sergio y Bacco, dos legionarios romanos convertidos al cristianismo y martirizados en Siria por los romanos, informó el Comité Nacional italiano para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales.
Explicó que el descubrimiento fue hecho en una iglesia cristiano asiria de la ciudad iraní de Urmia, capital de la región del Azerbaiyán occidental y recordó que en el calendario cristiano católico ambos santos son venerados el 7 de octubre.
Según el santoral, Sergio y Bacco fueron dos soldados del ejército romano de religión cristiana que estaban destacados en Oriente y que contaban con una elevada posición ante la corte de Maximinio Daia, tetrarca de Oriente entre los años 305 y 315. Ambos fueron denunciados por sus enemigos y cuando se negaron a rendir tributo a Júpiter fueron martirizados.
Antes, sin embargo, fueron obligados a desfilar vestidos de mujeres entre la burla general, pues según el historiador estadunidense John Boswell, mantenían una relación homosexual.
Sus restos fueron encontrados en una iglesia cristiano asiria construida en el siglo IV en la ciudad de Urmia, actualmente en el norte de Irán.