Especialistas en literatura hispánica exploran los aspectos centrales del movimiento vanguardista de 1896-1938 en el libro Manifiestos… de manifiesto, que se presentará el próximo jueves en el Centro de Creación Literaria
Xavier Villaurrutia.
En el ejemplar, ocho miradas críticas analizan el movimiento vanguardista que se desarrolló en Europa y a lo largo de América Latina que revolucionaron las estéticas y dieron lugar a nuevas corrientes artísticas como el estridentismo, el ultraísmo,
el futurismo y el surrealismo.
Manifiestos… de manifiesto. Provocación, memoria y arte en el género-síntoma de las vanguardias literarias hispanoamericanas, 1896-1938 es coordinado y editado por el doctor Osmar Sánchez Aguilera, quien durante la presentación del libro conversará con Rosa Corral, especialista franco-mexicana de El Colegio de México.
“Como dice el título, el libro trata de los manifiestos en las vanguardias litera-
rias en México e Hispanoamérica en el siglo XX, basados en la idea de que el género manifiesto es la clave para entender a las vanguardias”, explicó Sánchez Aguilera en declaraciones difundidas por la Secretaría de Cultura federal.
No obstante, agregó, este género no fue creado por los vanguardistas, sino que lo trajeron del ámbito militar y político, en donde han sido más empleados textos de este tipo.
El académico de origen cubano detalló que el volumen está conformado por estudios realizados por los investigadores y académicos Rose Corral y Yanna Hadatty, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Así como Carmen Álvarez y Blanco Mondragón, de la Universidad Autónoma del Estado de México; César Núñez, Gabriel Ramos y Mayuli Faedo, de la Universidad Autónoma Metropolitana, y Osmar Sánchez Aguilera del Tecnológico
de Monterrey campus Ciu-
dad de México.
“Los compañeros que colaboran en el libro y yo concluimos que el género manifiesto es para las vanguardias la obra de arte, entendido como el nervio central de las vanguardias en cuanto a géneros discursivos que emplearon esos movimientos, pero también lo consideramos género-síntoma”, expresó el editor.