La industria cinematográfica latinoamericana requiere potenciar la mirada de la mujer y superar el desequilibrio que existe porque gran parte de las historias son contadas desde la visión de los hombres.

En el Palacio de la Inquisición en Cartagena, se rinde un homenaje a Kate Barry (hija de la cantante y actriz Jane Birkin y del compositor John Barry) y a su gran talento como fotógrafa, quien desapareció prematuramente en diciembre de 2013.

Este homenaje está integrado por 25 retratos de Kate Barry a las actrices de cine, y en particular del cine francés, desde las estrellas más reconocidas hasta las artistas de la joven generación.

Exposición original producida por el Instituto Francés (París) en asociación con Roman de Kermadec, hijo de la artista, con la curaduría de la fotógrafa y periodista Aline Arlettaz.

La presencia de la mujer en el cine se siente cada vez con más fuerza en el FICCI, que se celebra del 1 al 6 de marzo de 2017, que cada año se convierte en un espacio para discutir, conversar y hacer talleres sobre las diferentes líneas de la industria cinematográfica.

Las políticas públicas en materia de cine están en manos de mujeres y la actual directora del FICCI, es Diana Bustamante, una destacada productora, cuyos créditos cinematográficos incluyen la participación en los festivales más prestigiosos del mundo (Cannes, Berlín, Toronto y San Sebastián) .

Bustamante ha participado en estos festivales con películas como “Los viajes del viento”, “El vuelco del cangrejo”, “La playa D.C.” y “La sirga y Los hongos”.

“En Colombia el liderazgo en la política pública cinematográfica ha estado en manos de mujeres, y han logrado tener la cinematografía en el lugar donde se encuentra”, sostuvo Bustamante en entrevista con Notimex.

Para Bustamante en el caso de Colombia, la mujer empieza a ganar espacio en la cinematografía, pero aún falta potenciar más su participación en un momento que en este país garantiza tener acceso al cine y “poder decir cosas”, desde la mirada femenina.

“Ojala nuestro la cinematografía colombiana -anoto- tuviera más directoras mujeres, como en Chile y Argentina, para contar historias maravillosas”.

En el campo de la actuación las mujeres son “inspiradoras de muchas películas en Colombia y en todas partes del mundo, pero yo sí creo que el cine colombiano es contado más por los ojos de los hombres. Hay más héroes que heroínas”.

Los papeles masculinos están por encima de las mujeres y es necesario tener más voces femeninas en la interpretación de las historias llevadas al séptimo arte. “No hay roles para ellas y es un tema para revisar”, añadió.

Los espacios están para que las mujeres ingresen a toda la industria cinematográfica y son las “propias mujeres las llamadas a romper el paradigma”, reiteró Bustamante.

Para el director Vladimir Duran de películas como “Soy Tan Feliz”, “Presente imperfecto”, “In Here”, “Adiós entusiasmo” y “A Part”, el cine es uno solo y debe tener varias miradas, una de ellas de la mujer.

“Me encantaría que ni siquiera fuera necesario marcar una diferencia entre el cine de la mujer o el cine del hombre, pero desafortunadamente por tradición hay un desequilibrio en la participación de la mujer”, señaló Durán.

Planteó la defensa de la mujer en la industria del cine, si se tiene en cuenta “los resultados en la historia y en los últimos años. El cine hecho por mujeres es brillante, para poner un solo caso tenemos a Lucrecia Martel”.”

“Me parece que una mirada desde la mujer es fundamental y le hace falta al cine. Es un espacio que hay que defender más y más. El cine que hacen las mujeres es brillante, fundamental y hay que seguir, rompiendo con esa tradición de desequilibrio y logremos dejar atrás la discusión absurda si el cine es hombre o mujer”, puntualizó Durán.