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A menos de dos semanas de que concluya su exhibición en el Museo del Palacio de Bellas Artes, la muestra Pinta la Revolución ha sido vista por más de 130 mil personas que han tenido la oportunidad de explorar un periodo histórico con importantes transformaciones, a partir de la obra de grandes maestros del arte de esa época.
La exposición, organizada por el Museo del Palacio de Bellas Artes y el Philadelphia Museum of Art y que estará abierta hasta el 7 de mayo reúne más de 200 obras de artistas como David Alfaro Siqueiros (1896-1974), Diego Rivera (1886-1957), José Clemente Orozco (1883-1949) y Frida Kahlo (1907-1954).
De esta importante creadora, por ejemplo, se exhibe Autorretrato con traje de terciopelo, el primero de la pintora después de su accidente, y que fuera realizado por la artista cuando tenía 19 años, y lo dedicó a su primer novio, Alejandro Gómez Arias.
Una Frida cosmopolita que evidencia su conocimiento de los retratos del Renacimiento es la que se presenta en este óleo sobre tela, según Dafne Cruz Porchini, una de las curadoras de la muestra.
“Ésta es una de las obras más importantes para la historia del arte mexicano. Es una imagen aún lejana a lo que usualmente conocemos de ella: Frida con animalitos o con sus trajes típicos. De ahí la relevancia que tiene el conocer esta primera faceta de la pintora”, y es otra razón más para conocer este cuadro es que pertenece a un coleccionista particular, por lo que será difícil volver a verlo.
En Autorretrato con traje de terciopelo se puede observar un mar de fondo, que se entiende como un símbolo de la vida.
En este cuadro, el espectador recibe la impresión de que el rostro se sale del cuadro, como si estuviera esculpido; lo anterior demuestra que la pintura fue realizada por un artista que dominaba perfectamente la geometría, concluyó Darne Cruz Porchini, en declaraciones vertidas al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).