El día de hoy, Gabriel Székely, director general de Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) en La Jornada, declaró que “llevamos nuevamente un crecimiento importante y todo indica que superaremos el millón de registros de aparatos sustraídos” esto al referirse al porcentaje de teléfonos robados en México.

En 2012 había un reporte de 156 mil teléfonos celulares robados, en 2015 ese número incrementó a 600 mil, y en lo que va de 2017 más de un millón.

Ante estas cifras, Székely coincidió con el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) y Consejo Ciudadano de la Ciudad de México (CCCMX) en cuanto a que la falta de una legislación que incluya mayores castigos, la existencia de numerosos y diversos puntos para la comercialización de aparatos celulares ilegales o usados y la escasa acción de los elementos policiacos y judiciales, provocó que esos equipos de comunicación sean los objetos más robados, no sólo en la capital, sino en el país.

De acuerdo con información proporcionada por SDP Noticias, Luis Wertman, presidente del CCCMX, expresó que ha cambiado el patrón de robo. Antes se apoderaban de vehículos, luego de dinero en efectivo y posteriormente de tarjetas, hoy día el artículo más robado es el teléfono celular, porque permite a los delincuentes obtener dinero rápido con su venta y quien es acusado de este tipo de ilícitos puede salir rápido de la cárcel.