Veracruz vivió el fin de semana una nueva ola de violencia atribuida a la disputa de territorios por parte de organizaciones criminales, a pesar de los constantes operativos de seguridad implementados por las autoridades.
Sólo el sábado fue ejecutado el comisionado de la Policía Federal (PF) en Veracruz, Camilo Castagné, mientras que una familia de dos padres y cuatro menores fue asesinada en un ataque registrado en Coatzacoalcos.
La violencia en la entidad es atribuida a la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas, por territorios y control de actividades ilícitas como extorsión y ordeña de ductos.
De acuerdo con datos oficiales, en los primeros cinco meses del año se iniciaron 625 carpetas de investigación por homicidio doloso en la entidad.
En el mismo periodo del año pasado, la Fiscalía estatal abrió sólo 323 indagatorias, es decir que los asesinatos intencionales han aumentado 93.5 por ciento este año.
El número de víctimas de homicidio doloso pasó de 375 entre enero y mayo de 2016 a 748 en el mismo periodo de este año, lo que significó un aumento de 99 por ciento.
Al asumir la gubernatura de Veracruz, el 1 de diciembre de 2016, el panista Miguel Ángel Yunes Linares afirmó que una de las prioridades de su administración sería la seguridad.
Desde entonces se reforzó la vigilancia en el territorio estatal con el apoyo de fuerzas federales y se han puesto en marcha diversos operativos de seguridad, sin que la violencia haya cesado.
El 23 de diciembre pasado arrancó un dispositivo en el Puerto de Veracruz y su zona conurbada, mientras el 12 de febrero llegaron fuerzas federales en la zona sur del estado.
El 26 de febrero, arribaron elementos de la División de Gendarmería a Córdoba para reforzar la vigilancia en esa región y el 2 de marzo llegaron elementos de la Gendarmería a la capital Xalapa.
Asimismo, el 11 de marzo se fortaleció la seguridad en la zona norte; el 8 de abril fue desplegada la Policía Militar en Córdoba, y el 19 de junio se anunció un reforzamiento de los distintos operativos.
En un informe, la organización Alto al Secuestro puso al municipio de Veracruz como la demarcación más violenta del estado, seguida de las ciudades de Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica y Córdoba.
El sábado, al menos 17 personas fueron ejecutadas en distintos hechos registrados en Cardel, Coatzacoalcos, Minatitlán, Orizaba, Pánuco, Las Choapas, Cosoleacaque y Moloacán.
Entre las víctimas estuvieron el coordinador de la Policía Federal en Veracruz, Camilo Castagné, y el inspector de la misma corporación, José Rigoberto Peña.
De acuerdo con fuentes consultadas por Reforma, el grupo de sicarios responsable del ataque a los elementos de la PF en Cardel pertenecería al Cártel Jalisco Nueva Generación.
