Más de una docena de políticos y funcionarios han sido procesados en la trama de corrupción revelada en la empresa brasileña Odebrecht, pero ninguno en México.
Mandatarios, legisladores, ministros de gobierno y empresarios en al menos cuatro países están siendo sancionados por sus vínculos a la red de sobornos que implicó a ésta y otras firmas brasileñas.
El dueño de la compañía, Marcelo Odebrecht, enfrenta la pena más severa aplicada en la investigación de corrupción; 19 años de cárcel por pagar 30 millones de dólares en sobornos a funcionarios de Petrobras.
En Guatemala, el expresidente Otto Pérez Molina enfrenta cargos de asociación ilícita, cohecho pasivo, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito tras ser señalado por André Rabello, representante de Odebrecht en Panamá.
En Perú, Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia fueron sentenciados por presuntamente haber recibido 3 mdd de Odebrecth para la campaña electoral que ganó Humala en 2011.
El expresidente de Brasil, Lula da Silva fue sentenciado a 9 años y medio de prisión por aceptar 3.7 millones de reales en sobornos de la firma de ingeniería OAS, competidora de Odebrecht, que también sobornó a la petrolera nacional de Brasil.
En la operación Lava Autos, investigación que destapó la red de pagos de diversas constructoras de Brasil, también cayó Aldemir Bendine, expresidente de Petrobras y el Banco do Brasil, por aceptar sobornos de Odebrecht.
En Colombia, el exviceministro de Transporte, Gabriel Ignacio García Morales, y un par de empresarios están acusados de recibir dinero para asignar obras públicas a la compañía.
Casos como estos se repiten en al menos 12 países y sobornados más de mil políticos desde 2001.