Asociaciones civiles propusieron responder a las amenazas de Donald Trump consumiendo primordialmente alimentos mexicanos y castigando a la empresas afines a la política del próximo mandatario estadunidense.
Organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria hicieron un llamado titulado “¡Consumidores al grito de guerra!” en el que también solicitan al gobierno privilegiar contratos y compras con proveedores nacionales. Los activistas consideraron que, debido a su fortaleza, este sector podría crear “un muro alimentario”, y la medida es necesaria para fortalecer y reactivar a la economía nacional.
“A una semana que (Estados Unidos) imponga restricciones cuantitativas o claramente prohibitivas a las exportaciones de alimentos o de gasolina, con una semana este país se paraliza”, afirmó Víctor Suárez, representante de la Asociación Productores del Campo.
“Si el gobierno mexicano no responde, nosotros como sociedad tenemos la obligación y el deber de responder y hacer un ejercicio responsable y patriótico de nuestras decisiones de consumo, no consumir productos de Estados Unidos y preferir el consumo de productos nacionales, principalmente de medianos y productores “.
Suárez recordó que México en la actualidad importa 42 por ciento de los alimentos que consume la población, y los principales son maíz, lácteos, trigo, arroz, sorgo y carne de res y puerco. En conferencia de prensa, aclaró que al igual que la propuesta del presidente electo de Estados Unidos este muro también tendría puertas.