El retraso en 11 gasoductos que no han arrancado en los plazos previstos provoca que se pague más del doble en importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) a través de barcos para satisfacer la demanda.
En 2017, México pagó 9.77 dólares por millón de Btu en envíos de GNL, en comparación con los 3.81 dólares por millón de Btu para gasoductos, según publicó S&P Global Platts.
Ross Wyeno, analista senior de energía en S&P Global Platts, explicó que en el país el retraso de los nuevos proyectos es de 400 días en promedio.
“El mercado de gas se está volviendo más ajustado, pues la demanda está excediendo a los proveedores”, comentó.
Por ejemplo, el gasoducto marino sur de Texas-Tuxpan suma un retraso de 150 días, pues pasó de arrancar en junio de este año a finales del mismo.
Otro que no ha podido operar es el Guaymas-El Oro, que cruza de Sonora a Sinaloa, donde un amparo promovido por un ejido de pobladores yaquis mantiene parado ese tramo.
Norma Zúñiga
Agencia Reforma