Más de una treintena de organizaciones civiles le pidieron al papa Francisco que en los encuentros oficiales durante su visita a México se refiera a lo que llamaron una alarmante situación que enfrenta el país en materia de derechos humanos.
El exhorto lo hicieron a través de una carta pública en la que organizaciones como Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), fundado por el obispo Samuel Ruiz, y el Centro Prodh, de origen jesuita, expusieron datos de violaciones graves a derechos humanos. “En Michoacán, entidad que usted tendrá oportunidad de visitar, tan sólo el año pasado fueron asesinados al menos 50 civiles a manos de la Policía Federal en los municipios de Apatzingán y Tanhuato, y un niño de 12 años fue arbitrariamente privado de su vida por elementos militares en la localidad de Ostula en un enfrentamiento armado”, plantean.
También recordaron que el año pasado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitaron México y ambos coincidieron en que la cifras de personas asesinadas, desaparecidas, desplazadas y torturadas son alarmantes para un país que no se encuentra en un conflicto armado reconocido. Más de 4 mil denuncias de tortura en la PGR, más de 27 mil desaparecidos según el registro oficial de Gobernación, mil 218 homicidios homofóbicos y más de 254 mil personas desplazadas forzadamente de Ciudad Juárez son cifras en su reclamo.
GOBIERNO MINIMIZA VIOLACIONES
“Pese a diversos señalamientos en los últimos seis años por parte de organismos internacionales, la postura del gobierno mexicano, particularmente en la presente administración, ha consistido en minimizar y señalar los casos de graves violaciones a derechos humanos como hechos aislados”, reclaman las organizaciones.
“Es muy importante, dado el altísimo número de víctimas de violaciones a derechos humanos, que la agenda de su visita considere a esas víctimas, muchas de las cuales requieren del reconocimiento y respaldo internacional ante la absoluta indolencia del Estado mexicano”. La carta también la firman Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC (CADHAC), fundada por la hermana Consuelo Morales, de la Congregación de Notre Dame, Canónigas de San Agustín, y quien recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015; así como otros organismos afines.
