Para la industria textil de México, perder los beneficios del Tratado de Libre Comercio significaría perder acceso al mercado más importante.

Además de romper una cadena de producción extremadamente integrada, explicó Alfonso Juan Ayub, presidente de la Cámara Nacional de la Industria
Textil (Canaintex).

“Nos podría desarmar que en un acto autoritario, el presidente Trump diga que se va el TLCAN. Nos pegaría fuertemente”, dijo.

En un escenario donde el país tiene que pagar aranceles porque ya no existe el tratado, el impuesto promedio es de 7 por ciento, aunque en algunos casos éste puede llegar a ser de 20
por ciento.

El año pasado, México exportó hacia Estados Unidos mil 884 millones dólares, según el rubro de textiles de la Clasificación Internacional Estándar de Comercio que reporta la Oficina del Censo de ese país, lo cual es un incremento de 1 por ciento sobre
el año pasado.

Para los textileros mexicanos, Estados Unidos es el principal mercado al exterior, con una concentración superior al 80 por ciento del total de las ventas.

“En nuestro caso sería un impacto enorme y si a los otros competidores no se les aumenta nada, somos un caso
perdido”, puntualizó.

En un escenario de renegociación del TLCAN, el presidente de Canaintex considera que las normas existentes de operación, que incluyen las reglas de origen,
son eficientes.

“En todo caso, lo que nos ha matado a ambos lados son los países asiáticos”, puntualizó.