Confía Óscar El Perro Pelcastre en el tricolor y la Santa Muerte
 
Hace (98) meses
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Apoltronado en un vetusto sillón rojo, Óscar Pelcastre da cuenta de la larga relación que ha mantenido con diputados, senadores, gobernadores y dirigentes del PRI en Hidalgo, como parte de su diaria tarea de dirigente de la Federación de Organizaciones Independientes del Estado de Hidalgo (Foideh).

Estos días, dice, las agrupaciones tienen una mayor atención por parte de los dirigentes y, claro está, de los propios aspirantes a algún cargo de elección popular.
Sonriente, asegura que nunca se hace del rogar, junto con toda su gente. “Bien saben que cuentan con la Foideh y con la Doña para sacar adelante sus aspiraciones”, afirma mientras señala la figura de una calavera vestida de blanco, mejor conocida como la Santa Muerte.
“En esto no hay trucos, aquí la Doña nos ayuda en todo, nos empuja para hacer lo imposible y poco a poco lo hemos logrado, tanto así que ya somos más de cinco mil los agremiados y no únicamente en Pachuca sino en varios municipios del estado”, afirma.
Su relación con el Revolucionario Institucional, abundó, siempre se ha dado en buenos términos, aunque acota “a mí nadie me manda, aquí todo se pide y si se puede se da”.
En su salita, casi pegada al techo de una alta construcción de lámina que alguna vez albergó un mercado y que ahora se ha convertido en la catedral de la Santa Muerte, Oscar Pelcastre, conocido por todos como El Perro, pone atención en los ruegos de algunos fieles que rezan y piden mejorar sus vidas en un acto de contrición.
En ocasiones, esa relación tan estrecha con el PRI lo ha llevado a la cárcel, tal como sucedió en las pasadas elecciones a diputados locales, cuando tuvo que actuar de forma inmediata para salvar al partido, “aunque luego me metieron a la cárcel, pero yo entiendo que debemos hacer sacrificios y esa detención y encarcelamiento fue uno de ellos”.
Pegado siempre a un cigarrillo, recibe en el lugar a su hija, una mujer joven acompañada de su marido, quien asiente a todo momento lo que dice su papá, que plantea la necesidad de esos sacrificios para salir adelante.
“Yo no puedo entender que algo sea gratis, aquí todo se paga, aquí todo tiene precio y cuando recibes algo, sabes que tienes que pagarlo más adelante”, así resume su disciplina hacía el PRI que le ha permitido la venta ambulante en la ciudad de Pachuca.
Y afirma que por este lugar, donde se venera a la Niña Blanca; a Malverde, conocido como el santo de los narcos y al mismo diablo, han pasado “hasta un gobernador y muchos que quieren todo” y cita cargos, más no nombres.
Sin embargo, le quita lo maléfico, “aquí no hacemos brujería, aquí todos creemos en nuestro señor, aquí también tenemos a la virgen de Guadalupe y a San Judas Tadeo, el hecho que le pidan no quiere decir que ya dejaron sus iglesias o sus credos”, afirma.
Ya son tiempos de que lleguen algunos de los aspirantes, ya es tiempo de ver cruzar caras sorprendidas por los pasillos oscuros llenos de vitrinas que guardan a los más diversos tipos de calaveras ataviadas con costosos vestuarios.

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