Las empresas dedicadas a conseguir fondeo colectivo para emprendedores (actividad conocida como crowdfunding) tendrán prohibido asegurar retornos o rendimientos, según la Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech).

La Ley Fintech fue aprobada el 1 de marzo y dio origen a las instituciones de financiamiento colectivo, cuya actividad consiste en poner en contacto a personas del público en general con emprendedores que requieren capital para impulsar su proyecto.

Los recursos podrán ser operados en moneda extranjera o en los activos virtuales que reconozca el Banco de México en disposiciones que aún no han sido emitidas, porque son parte de la regulación secundaria.

Las instituciones de financiamiento colectivo deberán ser personas morales y los canales para establecer contacto entre el público en general y los emprendedores serán aplicaciones informáticas, interfases, páginas de internet o cualquier otro medio electrónico o digital.

Los clientes de una institución de financiamiento colectivo serán llamados inversionistas, ya que aportarán recursos a emprendedores.

Los inversionistas podrán ser personas físicas o morales y efectuarán, entre ellos o a través de la institución de financiamiento colectivo, operaciones de financiamiento de deuda, de capital o de copropiedad y regalías.

El financiamiento colectivo de deuda permitirá que los inversionistas otorguen créditos que causen un pasivo directo o contingente a emprendedores, mientras que el financiamiento colectivo de capital permitirá que los inversionistas adquieran títulos representativos de capital social de personas morales que soliciten fondeo.

Jessika Becerra
Agencia Reforma