Entré las 17 personas que perdieron la vida en el atentado del 14 de febrero en una secundaria de la Florida, se encontraban dos estudiantes latinos.

Uno de ellos, mexicano, identificado como Martín Duque, de 14 años y el venezolano Joaquín Oliver, de 17, quienes fueron reportados por sus respectivas familias como desaparecidos después del tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas.

El hermano de Martín, quien es mayor que él, comentó en su cuenta de Instagram que no se tenían reportes del paradero de su hermano posterior al tiroteo.

“Él no tiene celular”, dijo Miguel Duque, quien se graduó de la misma escuela un año antes.

“Por favor oren por él, estamos esperando que esté en la casa de algún compañerito o en algún hospital”, dijo Miguel en declaraciones retomadas por Univisión.

Pasadas las horas, el hermano de Martín confirmó en sus redes el deceso de su hermano.

”Las palabras no pueden describir mi dolor. Te amo mi hermano, te vamos a extrañar amigo. Ahora sé que estás en mejor lugar. ¡Duques para siempre! Te amo junior”, dijo en su cuenta de Instagram.

Al falleciento del mexicano, se le suma el de Joaquín Oliver, quien radicó en la Unión Americana la mayor parte de su vida.

Su muerte la confirmó la cadena de noticias Univisión al igual que la periodista María Alesia Sosa quien publicó:  “con un dolor inmenso, informo que el venezolano Joaquín Oliver fue asesinado durante el tiroteo en la escuela de Florida de este miércoles. Es, sin duda, una de las coberturas más dolorosas que he hecho. Paz a su alma joven, y fuerza para su familia”.

El presunto autor de la masacre, Nikolas Cruz, un joven de 19 años fue inculpado el jueves de 17 cargos de homicidio premeditado.

Cruz “era raro” y los estudiantes comentaban que parecía alguien a punto de perpetrar una matanza, dijo uno de los alumnos que sobrevivió al ataque.

“Era callado, la gente lo acosaba de vez en cuando y había rumores sobre él, como que estaba planificando un tiroteo en una escuela”, contó a la AFP Manolo Álvarez, de 17 años. “Pero nadie lo creía. Pensábamos que eran sólo rumores hasta que, tristemente, sucedió”.

En sus redes sociales, Cruz exhibía con pasión su gusto por las armas de fuego y cuchillos, y según testimonios de sus excompañeros, siempre mostró un comportamiento agresivo.

“Lo acogieron diciéndose que así hacían una buena acción”, explicó el abogado de la familia, Jim Lewis, al diario Sun Sentinel. “Era un poco raro, estaba un poco deprimido después de la muerte de su madre pero ¿quién no lo estaría?”.

Cruz huyó después de realizar los disparos, tratando de confundirse entre la gente, pero fue localizado y detenido cerca de la Coral Springs y está bajo custodia en una cárcel de Florida.