A sus 11 años de edad, Enrique Olvera Escorcia es el estudiante más joven de la Universidad Tecnológica de Tulancingo (Utect). Tras realizarse algunas pruebas, desde el año pasado la institución le dio la oportunidad de tomar clases como como oyente en la ingeniería de Nanotecnología.

A la par, concluye su último año de secundaria en el sistema no escolarizado.

El considerado niño genio explicó que contar con su potencial cognitivo no ha sido sencillo para él.

“Los maestros de la primaria no me entendían, hablaban de temas que yo ya conocía, me aburría y desesperaba”, dijo.

“No me dejaban avanzar porque en la escuela todos tienen que llevar el mismo ritmo: si mis compañeros no entendían, yo me tenía que regresar. Entonces tenía la necesidad de aprender más rápido, por eso mis papás y yo decidimos que sería mejor en un sistema no escolarizado, porque ahorita todavía estaría en la primaria”, expuso.

Enrique, el menor de tres hermanos, terminó la primaria con promedio de diez. Recordó que después de clases era un asiduo lector, y compartía su aprendizaje con sus compañeros al día siguiente.

“Mi familia a veces me dice que no vaya tan rápido porque a ellos les preocupa que me brinque varias etapas de mi vida y no disfrute de la infancia, pero mis papás me apoyan mucho”, aseguró.

Su método de aprendizaje es contestar los libros de secundaria y realizar los exámenes, sin el acompañamiento de un profesor.

“En la educación en México lo que necesitamos, sin duda, son maestros más capacitados”, opinó.

Su gusto por los animales y el medio ambiente lo ha llevado a proyectarse como biólogo. “Me interesaría estudiar en otro país, estudiar los animales en la Antártida”, afirmó.

Un consejo que da a los demás es: “Que estudien mucho, que es bueno tener sueños, los sueños se cumplen”.

Nathali González I Tulancingo