Ejidatarios, que prefirieron omitir su nombre, lamentaron que Aprovechamiento del bosque, programa que buscó una tala controlada ha provocado la devastación de “miles de hectáreas en Huasca, Omitlán y Acatlán.
Sin embargo, advirtieron, se ha hecho la resiembra y reforestación y hemos notado que por cada 100 árboles que se sembraron, mueren 50, lo que representa una pérdida considerable del bosque de la región.
Si sobrevive 50 por ciento del total de la reforestación, quiere decir que de mil hectáreas 500 quedarán sin árboles, por ello consideremos que es una tragedia.