El número de vendedores ambulantes se ha incrementado en la zona arqueológica de Tula, situación que puede verse cada fin de semana, pues los ambulantes se trasladan para ofrecer diversidad de productos al interior del recinto.

Así lo denunciaron los artesanos de Tula, quienes reportaron que es también durante los días que hay mayor afluencia turística, como el día del equinoccio de primavera, cuando aumenta el número de comerciantes irregulares.

Los manifestantes cuestionaron que los expendedores no tengan el permiso necesario para ofrecer sus productos, “¿acaso alguien les cobra el piso? Porque, si es así, que nos avisen quién para saber de cuánto es la cuota, ya que últimamente hay chicharroneros, paleteros, gente que vende agua embotellada y un montón de productos sin que alguien les diga algo”.

Actualmente son 40 artesanos establecidos y ocho vendedores ambulantes que cuentan con el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para ofrecer sus productos al interior de la zona arqueológica, por lo que aseguraron que esta situación afecta a mucha gente. “Porque muchos vienen y venden sin que nadie les diga algo o a lo mejor dan una cuota, pero no sabemos a quién”.

Sin embargo, para hacer frente al comercio irregular, autoridades del INAH dijeron que están actuando contra esta situación, por lo que, en próximos días iniciarán la construcción de una barda perimetral que ayudará a tener un mejor control de la zona.