Los dueños del bar que se ubica a un costado del templo parroquial en el centro de Tlahuelilpan, que fue clausurado el año pasado a petición de la ciudadanía, demandaron al gobierno local, confirmó el alcalde Pedro Cruz Frías.
“Fuimos demandados por los dueños, quienes argumentan que la clausura de su negocio fue de manera arbitraria”, dijo el presidente municipal.
En octubre del año pasado un grupo de pobladores tomaron la alcaldía, por la reapertura del comercio ubicado a un costado de la iglesia de San Francisco de Asís, proyecto que desde septiembre generó controversia debido a que feligreses católicos exigieron al municipio el cierre del local.
“Nosotros dimos un permiso de restaurante-bar, no sólo de bar; este tipo de licencias se han dado porque no perturban la paz social”, señaló uno de los vecinos.
En esa ocasión, funcionarios de la Dirección de Reglamentos municipal y Protección Civil hicieron una inspección y reportaron que no cumplía con la normativa correspondiente.