Aunque no han recibido agresiones físicas, integrantes de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT) de Tula sí han sido víctimas de denostaciones verbales.

Esto, de acuerdo con uno de sus integrantes, quien solicitó el anonimato, pero dijo que en Tula, “por lo conservadora que es la gente”, cuesta más aceptar otras preferencias sexuales.

“Mucho más nos cuenta andar con nuestra pareja en la calle, la gente se te queda viendo y en ocasiones te gritan insultos, como que debería de darnos vergüenza”.

Por su parte, un miembro transgénero consideró que los preceptos religiosos influyen también en la aceptación de otros géneros y roles de la sexualidad.

“La gente nos juzga basándose en sus preceptos religiosos o culturales, yo decidí ser mujer y no me importa lo que la sociedad diga, yo lo que quiero es ser feliz, y constantemente les digo a mis compañeros que no deben sentir pena, que aprendan a aceptarse y lo demás vendrá solo”.

Vicente Saldívar, miembro de este grupo, consideró que municipios como Tlahuelilpan o Tepeji del Río son más abiertos a estos temas, pero en Tula es difícil entrar a espacios públicos con una pareja del mismo sexo.

“La verdad no nos dicen nada, pero es incómodo porque se te quedan viendo, o no te atienden igual, por ello preferimos aislarnos o crear ambientes sólo nuestros, pero ahora hemos decidido organizarnos y luchar por nuestros derechos”.

“La intención es hacernos visibles ante una sociedad conservadora en Tula, que en muchas ocasiones nos ven como raros, como diferentes; la idea es que nosotros mismos luchemos por nuestros derechos, por el respeto a nuestras preferencias y así nos empecemos a concientizar en que todos somos iguales”, señaló el activista.

Por ello, se han sumado a las peticiones que se están haciendo en otros municipios al Congreso local, además de reunirse con la titular de la visitaduría regional de Tula de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, con la intención de conocer sus derechos y luchar por ellos.