A un mes de haber sido desalojados de su casa, una familia de cuatro integrantes, entre ellos un menor de edad, vive en malas condiciones, pues luego de que un particular les destruyera su hogar el 29 de julio pasado, colocaron láminas como pared y bolsas de plástico como techo en el mismo lugar que antes moraban. 

Lucía Rodríguez Ortiz, una de las afectadas, contó a Criterio que han vivido en ese lugar por cerca de 50 años, desde que su mamá estaba viva. Ahora, ahí habita ella con su hijo de 21 años y su nuera, así como su nieto de año y medio.

La madre indicó que viven temorosos de que los vuelvan a correr de la propiedad ubicada al margen del río Tula.

“Se ensañaron conmigo aprovechándose de mi pobreza y mi ignorancia, y he sido víctima del abuso de poder de un empresario que ha cobrado fama por sus acciones fuera de derecho, por ello se dio inició a la averiguación previa 889/2017”, sostuvo.

Cuando presentó su denuncia ante el Ministerio Público, a Rodríguez Ortiz le dijeron que el alcalde de Tula, Gadoth Tapia, le pagaría tres meses de renta, situación que consideró un “insulto y ofensa”, por lo que descartó el ofrecimiento.

Criterio recorrió el lugar y confirmó que en un cuarto, con láminas y plástico, han colocado una cama y pocos muebles.

Del tendedero cuelga una madera que sostiene el plástico del techo. Unos tabiques hacen la función de mesa, donde se reúnen para comer.

Afuera, en el espacio que da al río donde convergen aguas negras, queda el cascajo de lo que una vez fue su casa, que construyeron con adobe y láminas, derribada cuando un particular con una máquina de trascabo destrozó la vivienda en el Callejón de La Cruz, en Tula.