Dos puentes que cruzan el río Grande, en Acatlán, debido a su baja altura, formaron una represa que durante las lluvias de la depresión tropical Katia obligaron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a abrir el río Chico, que se encontraba azolvado, situación que provocó inundaciones en 200 hectáreas de cultivos, confirmó el alcalde Benito Muñoz Olvera.
Junto con personal de la Conagua, desde la noche del 6 de septiembre, tras desfogar la presa La Esperanza, monitorearon el primer afluente y observaron que el nivel del agua alcanzó a ambas estructuras localizadas en el sitio conocido como La Reventazón, sostuvo.
“Además de que el río Chico estaba azolvado, la presencia de compuertas que productores agrícolas ocupan para regar sus tierras y el bajo nivel de los puentes generó la represa que propició desbordamientos, mas no se reventó el afluente”, detalló.
Olvera Muñoz aseguró que los mayores daños ocurrieron en praderas y algunos cultivos de la colonia 28 de Mayo, Los Migueles y otras comunidades que integran el ejido Acatlán.
Asimismo, confirmó que solicitó verbalmente a la delegada en Hidalgo de la Conagua, María Guadalupe Villeda Amador, que sea revisada y adecuada la altura de los puentes que están sobre el río Grande.
Además de formalizar por escrito la petición, adelantó que requerirá al organismo del agua para que brinde mantenimiento periódico al río.
APOYOS:
Benito Olvera aseguró que solicitará al gobernador Omar Fayad que vuelva a apoyar al municipio con el préstamo de maquinaria para limpiar el afluente; la alcaldía cubrirá el costo del operador y el combustible.
La Confederación de Organismos Agropecuarios del Estado de Hidalgo (COAEH) turnó oficios a dependencias de los tres niveles de gobierno, fechados el 9 de junio y 5 de julio, respaldados por más de 80 firmas de pobladores, ejidatarios y pequeños propietarios en Acatlán y Tulancingo