En Tulancingo, el pasado 9 de marzo se registraron ráfagas mayores a los 100 kilómetros por hora, que generaron daños en al menos ocho viviendas, derribaron una decena de anuncios, postes de energía eléctrica, árboles y grandes ramas.
Para mermar riesgos y ante la posibilidad de que ventiscas similares pudieran repetirse este año, personal de la dirección de Bomberos y Protección Civil (PC) revisará las condiciones estructurales de los anuncios publicitarios que existen en puentes peatonales, comercios y edificios.
Conjuntamente, con el área de Medio Ambiente, PC también supervisará el arbolado urbano; sobre todo, algunas especies que representan peligro, identificadas en la zona del jardín La Floresta y la calzada 5 de Mayo, al igual que en las calles Hidalgo, 1 de Mayo, René Le Fort y la unidad deportiva Javier Rojo Gómez, donde convergen árboles que rebasan los 100 años de antigüedad.
Autoridades locales coincidieron en que la poda de árboles iniciará en breve antes de que el viento cobre fuerza y ocasione afectaciones a la población.
Durante la pasada administración, se elaboraron nueve inventarios del arbolado urbano y un manual de mantenimiento general que detalla la forma en cómo se deben hacer los cortes y el calendario de épocas propicias para podas, derribos y nuevas plantaciones.
Afectación
El 10 de marzo de 2016, un día después del inusual vendaval, las entonces autoridades municipales reportaron 200 incidencias atendidas en un lapso no mayor a 48 horas, entre otras: la caída de un árbol al interior del plantel Cbtis 179, que lesionó a tres alumnos, uno de los cuales presentó fractura de cráneo y cadera, así como 20 viviendas dañadas, el derribe de más de 120 árboles, 20 postes y 15 anuncios.