El Viacrucis significa “camino de la cruz” y tiene como objetivo, la reflexión, oración y meditación en la pasión de Jesús, más allá de verlo como una puesta en escena, explicó el arzobispo Domingo Díaz Martínez.

“Pero si el teatro te ayuda a reflexionar, meditar y orar, hay que asistir”, invitó el prelado tras conminar a entender este Viernes Santo, que el sufrimiento útil abona al bien personal y comunitario.

Entre los Viacrucis más representativos de la entidad, destaca el que desde hace 27 años se organiza en Acatlán, donde a partir de 2016, adhirieron tres pasajes bíblicos más: Poncio Pilatos en el Sanedrín, Jesús sana a un paralítico y la Traición de Judas.

La tarde de ayer, el atrio del exconvento agustino fue sede de dichas dramatizaciones, en las que intervinieron varios de los más de 250 actores locales, quienes meses antes se prepararon física y espiritualmente, comentó Días Martínez.

Este Jueves Santo, a partir de las 19:45 horas, continuará la representación de las escenas: La Pecadora, La Última Cena, La Oración del Huerto, Jesús ante el Consejo del Pueblo y La Negación de Pedro.

Mañana iniciarán actividades a las 10:00 horas con la dramatización de La Sentencia, El Palacio de Herodes y Poncio Pilatos, El Camino al Monte Calvario, Las Mujeres Piadosas, La Crucifixión y Muerte de Jesús.

Enrique Fernández Vega, por segundo año, personificará al Mesías y recorrerá con el madero a cuestas, de al menos 80 kilogramos, un trayecto cercano a cuatro kilómetros.