Tras permanecer dos meses en el hospital Shriners, de Galveston, Texas, donde fue atendida por sufrir quemaduras de segundo grado en el 40 por ciento de su cuerpo a causa de agua hirviendo, la menor Abril regresó a su hogar. 

A Maribel Álvarez, madre de la menor de cuatro años, la invade la felicidad de estar nuevamente con sus otros dos hijos (10 y 8 años) y su esposo, pero también la preocupación de no contar con recursos para garantizar las terapias que Abril debe seguir, cada seis meses, en dicho nosocomio de los Estados Unidos.

Recordó que el 27 de diciembre la pequeña se quemó accidentalmente e ingresó al Hospital General de Tulancingo (HGT), donde el director, Arsenio Torres, emprendió la gestión ante la Fundación Michou y Mau, para que fuera trasladada a Galveston, incluso las acompañó hasta el aeropuerto de Toluca y permaneció al tanto de la evolución de la niña.

Dice estar agradecida por el trato que recibieron en el HGT y el Hospital Shriners, mismo que esperaba encontrar en el DIF Tulancingo, al que acudió con la esperanza de obtener apoyo para cubrir el costo de los pasaportes y visa.

“La licenciada Ignacia Ramírez dijo que sólo nos podían apoyar en especie, con medicamentos o estudios clínicos, pero nada de eso necesita la niña. Cuando le pregunté si había forma de acceder a despensas, contestó que eran para adultos mayores o discapacitados”, narró la afligida madre tras advertir que seguirá en busca de ayuda y dejó su número telefónico: 7751805398, por si alguien desea sumarse a su causa y realizar un donativo.