Sara Daniela Meza Sánchez cursa el primer grado de secundaria, cuenta con un promedio de 9.1 y se muestra tranquila sin desorden de comportamiento ante los ojos de su familia, quienes recientemente se encontraron en una situación difícil, lo cual no debió ocurrir. Sarita, como le dicen en su casa, acudió a clases en la Secundaria Técnica número 17 ubicada en la comunidad de San Nicolás de los Agustinos, sin embargo el pasado primero de febrero, cuando se encontraba en un receso, su vida cambio radicalmente tras ingerir un Yakult que contenía un tipo de plaguicida según un parte médico y quedó intoxicada.
Ese día durante el taller de Agricultura, la pequeña de 12 años, dejó su bebida en su pupitre y salió del salón, sin embargo al regresar ingirió el lácteo, momento en que una compañera le advirtió que ya no se lo tomará por que “olía feo y creía que era veneno”, de inmediato detectó que el sabor había cambiado y revisó la fecha de caducidad, la cual estaba aún vigente, posteriormente, comenzó a sentir nauseas y un intenso dolor de estomago.
Daniela Meza dio aviso a su maestro del taller, Pedro Cerritos, de quien dijo, momentos antes prestó las llaves del almacén a un par de compañeras, donde se localiza parte del material para fumigar y que se encuentra bajo su resguardo. Minutos más tarde el director de la institución, Ismael Flores, acudió con Veronica Sánchez, madre de Sara, para solicitarle su póliza de seguro, explicando que la niña había tomado algo y que se sintió mal, sin embargo, trascendió que su intensión era llevar a la alumna bajo sus propios medios sin que su mamá la acompañara.
Fue así que la niña fue canalizada a Hospital General de Salvatierra para su valoración. Al nosocomio fue llevada por el director de la escuela en compañía de la mamá, una vez allí quedó internada bajo el diagnóstico de intoxicación por organofosforados, los cuales se utilizan en la elaboración de plaguicidas que se emplean en zonas agrícolas y que puede variar su nivel de toxicidad de moderada a alta.
Ahí permaneció durante cuatros días con malestares y bajo tratamiento médico, donde presentaba nauseas, mareos, vómito, dolor abdominal y fue el pasado sábado cuatro de febrero en que la dieron de alta por presentar mejorías. La madre de la menor, comentó que tuvo acercamiento y apoyo incondicional de la subdirectora Lucía Aguilar, quien dijo desconocer el caso, caso contrario al propio director a quien acusan de haber asistido la noche al hospital donde Sara se encontraba internada, con la intensión de negociar un “perdón” con el padre de la menor.
La menor fue dada de alta el pasado sábado 4 de febrero del hospital regional, actualmente insiste en ser removida de esa escuela por temor a que los ataques continuen, pero las condiciones educativas no se lo permiten, ya que la próxima secundaria se ubica a varios kilómetros de distancia de su casa y llevarla estaría fuera de las posibilidades de sus padres.
Con información periódico correo
