BMW Motorrad ha encontrado en la R nine T un modelo versátil no sólo en su uso, sino en su personalidad.
Con la versión Scrambler, la cual hace referencia a modelos surgidos en Inglaterra en la década de 50 del siglo pasado, los cuales consistían en motocicletas de carrera adaptadas al campo, la firma continúa con esa tendencia de diseño retro.
Algunos han retomado el uso de estas motocicletas únicamente para trayectos citadinos, con un enfoque hacia la apariencia, por lo que nuestra prueba de manejo correspondió a llevarla a un entorno carretero, así como a su origen, terracería.
Para ello partimos desde la Ciudad de México con destino a Paso de Cortés, una zona ubicada entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. En esta dirección encontramos de todo a nuestro paso, una zona de ciudad donde los desniveles en el asfalto son considerables, además de estar alerta del asfalto en pésimo estado.
Hasta dicho momento el trabajo de la suspensión delantera de la R nine T sobresale por su altura y ajuste adecuado, así como por evitar el golpeo contundente.
Para quienes gustan de sentir el viento en el pecho, la R nine T es una excelente opción, ya que al no poseer carenado la experiencia con la carretera es más cercana. También es importante señalar que al elevar la velocidad hay que imprimir mayor fuerza en los brazos para mantener el control.
La tercera parte de la carretera, y la más divertida es al subir hacia los volcanes, una carretera con curvas adecuadas para recorrerlas a buena velocidad y aprovechar la dinámica de la motocicleta. Al estar en una pendiente, exigimos una gran respuesta del motor, el cual respondió a plenitud y sin perder energía.
Es importante señalar que BMW Motorrad ha buscado entregar una pureza en conducción, lo cual se percibe desde la entrega del motor bóxer bicilíndrico y sus 1,170 centímetros cúbicos, hay que ser muy precisos con el manillar porque en caso contrario el motor no tiene miramientos.
Al estar a 3 mil 900 metros de altura respecto al nivel del mar, encontramos un recorrido de alrededor de 20 kilómetros en terracería, la cual nos demostró que la Scrambler posee un ajuste de suspensión excelente para este tipo de territorio, aún con algunas dudas que teníamos por su configuración.
La zona cercana a los volcanes posee un camino recubierto de ceniza de los mismos, con enormes capas, las cuales hacen que el neumático se deslice lateralmente. En esta parte, la reducción de velocidad es indispensable, ya que mientras la rueda delantera va en una trayectoria, la trasera se mueve lateralmente. Aún así, la R nine T mantiene un gran balance en este tipo de terreno.
Los paisajes son espectaculares tanto al observar la gran urbe desde la zona de los volcanes como a la inversa, además de esa cercanía que proporciona el viajar en motocicleta y el contacto con la naturaleza.
BMW R nine T Scrambler posee un manejo crudo, con gran desempeño en ciudad, bajo centro de gravedad que facilita las maniobras en tráfico y una suspensión que responde adecuadamente. Su precio es de 226 mil 800 pesos.