También conocido como “la bebida de los dioses”, el pulque es un emblema de la gastronomía mexicana, en especial de Hidalgo. Este brebaje data de la época prehispánica y era muy apreciado por los mexicas.
El pulque nace en el momento en que se le arranca la yema o corazón a una penca de maguey cuando está maduro. El tlachiquero, encargado de la tarea, raspa la penca hasta formar una cavidad de donde, unos días después, manará el aguamiel durante tres a seis meses.
Dos o tres veces al día el tlachiquero (del náhuatl “tlahchiquit”, que significa “persona que raspa) extrae el aguamiel con la ayuda de un acocote, que es una especie de calabaza alargada a la cual, cuando se seca, se le hace un agujero en cada extremo y sirve como un gran popote.
Una vez que se extrae el aguamiel se coloca en una vasija especial llamada botija o pellejo. En ese momento el aguamiel es transparente, de sabor dulce y refrescante. Posteriormente se debe vaciar en el tinacal para dejar que fermente y se convierta en pulque.
Beneficios del pulque
Minerales, aminoácidos y vitaminas son los principales nutrientes que brinda el pulque. Inclusive es considerado un complemento alimenticio por su aporte de proteínas y complejo B, además de tener un potencial probiótico por el proceso de fermentación al que es sometido.
Gracias a su aporte nutrimental, el pulque ofrece varios beneficios a la salud.
¿Has probado el pulque? ¿Natural o los llamados “curados”? ¿Qué te pareció?