Por: Fernando Toledo

El siglo 20 fue testigo de las más diversas formas en sombreros femeninos, accesorios cuyos cambios han ido de la mano de las tendencias fashionistas.

Y si alguien conoce de estas piezas y su evolución, es la primera actriz Diana Bracho, quien posee una amplia y variada colección.

“Desde que era niña me vestían para salir con sombrerito y guantes. Después, mi gusto y admiración por ellos aumentó y continuó gracias a mi tía y madrina Andrea Palma, quien, además de actriz, era una estupenda sombrerera. De hecho, diseñó varios personalizados para Marlene Dietrich”, dice.

“Experta en el tema, ella siempre me dijo que yo tenía ‘cara de sombrero’, pues aseguraba que me quedaban muy bien y que podía llevarlos con gracia y estilo”, recuerda.

Por ello, ahora Diana charla y posa en exclusiva para REFORMA Moda con algunos de sus modelos preferidos, coordinados con prendas de Primavera-Verano 2016 de MaxMara, firma que también le encanta.

Además de los que le dio su tía y los que ha adquirido a lo largo del tiempo, la dos veces ganadora del Ariel también cuenta con los que le obsequió una amiga de su padre.    

“Así es como llegaron a mí otras piezas de colección, en su mayoría europeas y con diseños espléndidos de los años 20, 30, 40, 50 y 60”, detalla.

“Son verdaderas obras de arte, algunas inspiradas en Greta Garbo, y que enriquecen aún más mi fascinación por estos accesorios”.

Para lucirlos con garbo, ella subraya que la clave es quitarse el miedo a portarlos y saber colocarlos correctamente sobre la cabeza.

“Son un complemento maravilloso que enmarca el rostro, pero hay que llevarlos bien puestos y siempre buscar el que le queda a cada quien; por ejemplo, los de ala ancha son ideales para jovencitas con caras divinas, delgadas y con cuerpazo”, aconseja.

“Se trata de elegir el que mejor va contigo y de seleccionar el que diga: ‘¡ésta soy yo!'”, añade.

Fan del negro, el blanco y el azul, esta bella dama considera que el fashion es tener un estilo propio, para después romper las reglas con él.

“La moda es mi segunda piel, pero nunca he sido su esclava. Es una parte muy importante de mi vida, pero nunca sufro por no tener lo último”, afirma la intérprete, quien también usa ropa de Giorgio Armani, Issey Miyake, Karl Lagerfeld, Alexander McQueen, José Sánchez y Julia y Renata.

“Siempre compro lo que considero adecuado para mí, pues estoy consciente de lo que me funciona y de lo que ya no va con una mujer de mi edad”.