La fiscal Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales en la Procuraduría General de Justicia capitalina, Alicia Rosas Rubí, dijo que otros indicios son presentar comportamientos inapropiados, usar frases sexuales o tener señales físicas como enrojecimiento o rozamiento.
Ante un abuso sexual, recomendó acercar a los infantes a la justicia y brindarles atención integral en materia jurídica, psicológica y médica.
Señaló que se debe considerar que cuando un menor de edad es víctima de agresión o de la comisión de un delito, específicamente los de carácter sexual, es difícil que hablen sobre lo que ocurre, toda vez que el agresor los amenaza, infringe miedo y culpa.
Por ello Rosas Rubí exhortó a los padres de familia que si sospechan que sus niños pudieran ser víctimas de abuso sexual verifiquen si muestran algunos de los síntomas referidos, observen cómo relacionan, revisen su estado físico, fomenten en ellos confianza y seguridad, y de confirmarse el delito presenten la denuncia.
Destacó que los delitos sexuales cometidos en agravio de los niños son realizados principalmente por las personas que los cuidan, y suelen cometerse en domicilios y escuelas, de ahí la importancia de analizar el entorno cercano de los menores.
La fiscal invitó a la ciudadanía a denunciar este ilícito al número telefónico 5346 8205 y el correo electrónico [email protected], donde serán atendidos de manera oportuna las 24 horas, los 365 días del año.
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