El estudio de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) en el que se detectaron niveles altos de metales pesados en la sangre de niños debe ser analizado entre varias instancias y corresponde a la institución convocar a estos trabajos para averiguar el origen del fenómeno, señaló el secretario de Salud de la entidad, Marco Antonio Escamilla Acosta.
La casa de estudios informó que el Área Académica de Nutrición halló cantidades altas de plomo, cromo, vanadio y arsénico en menores que radican en el Valle de Tulancingo, la zona Tula-Tepeji y municipios colindantes con Puebla, lo que los vuelve susceptibles de desarrollar cáncer.
“Como un órgano rector de educación tiene la responsabilidad social de que, a través de esta investigación, podamos después sentar a todas las instancias en mesa para ver el origen porque no sabemos de dónde viene esto”, mencionó Escamilla.
El funcionario señaló que es un tema que se deberá analizar “muy bien”, desde el aspecto metodológico hasta llegar al tamaño de la muestra. “Todas las situaciones que lleva una investigación”.
Para la revisión de los resultados, dijo, se debe poner énfasis en la metodología utilizada, el tamaño de la muestra, es decir, “validarlo y saber de dónde viene”.
“Esto puede ser competencia de muchas instancias: medio ambiente, Conagua (Comisión Nacional de Agua), CEAA (Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado). Nosotros veremos quiénes son esos pacientes y si realmente los niveles ameritan algún tipo de tratamiento”, dijo.
Agregó que si existen esos pacientes, los detectados por la UAEH, se debe hacer una nueva medición y determinar qué tratamiento requieren, pues cada caso necesita un tratamiento específico y terapias alternativas.
Guadalupe López Rodríguez, académica del Instituto de Cien-cias de la Salud (Icsa), informó que al examinar una muestra de 900 infantes de 82 municipios hidalguenses los investigadores obtuvieron, en menores del Valle de Tulancingo, la zona Tula-Tepeji y municipios colindantes con Puebla la presencia de elementos tóxicos que pueden desarrollar enfermedades como cáncer.
Los especialistas utilizaron una técnicas para eliminar el plasma y después hacer un análisis en el que cuantificaron metales distintos. El estudio encontró 35.2 por ciento de plomo; 26.1, de cromo; 25, de vanadio; 52.3, de níquel; 18.2, de arsénico; 11.4, de titanio; 39.8, de silicio, y 11.4 de manganeso en la sangre seca analizada. Además de cáncer pueden desarrollar deformaciones.