Abraham Mateo considera que no tiene fanáticos, sino amigos… aunque todavía no asimila completamente que se cuentan por miles.

El cariño que en México se le tiene al cantante español quedó demostrado ayer, cuando un río de gente serpenteó las escalinatas del Auditorio Nacional en espera de ser atendido por Abraham en las taquillas del lugar.

A las 11:10 horas la cortina de una de las ventanillas se alzó para revelar al intérprete y desatar los gritos de alrededor 2 mil chicas que esperaban comprarle un boleto para su show del 21 de octubre.

En ese entonces, había transcurrido más de un día desde que la primera niña inició la espera: Wendy Ríos, quien celebró el Día del Niño y su propio cumpleaños en el lugar.

“Hoy cumplí 9 años. Me formé a las 5:00 horas (del sábado). Llegué a acampar. Fue divertido porque ayer estuvimos bailando Señorita y All the girls toda la noche.

“Soy su fan desde hace dos años. Lo que más me gusta es que está guapo, y cómo baila”, dijo la pequeña.

Mateo se conmovió ante la respuesta de su público, y compartió que se pondrá a mano con las coreografías y elementos visuales que ya planea para su show.

“Son cosas que valoro muchísimo, que todavía ni me la creo. Hay gente que se queda a dormir para la firma de boletos. En México son súper pasionales, muy eufóricos.

“Me dan una energía tremenda que me hace estar al 100 por ciento. Es de las cosas que más me gusta de aquí: el recibimiento”, expresó el intérprete en entrevista.

Abraham, quien tomó el micrófono para agradecer a sus “amigas”, adelantó en la charla que su reconocimiento a ellas será parte de su próximo disco.

“En muchas canciones me inspiro en las fans. En todos mis discos hay una o dos canciones en las que les doy las gracias por todo”, explicó.