Para conseguir tres nominaciones al Oscar, la más reciente por su papel en Fences, Viola Davis ha pasado poco más de 20 años luchando contra los convencionalismos de Hollywood.

“Yo pretendo y quiero dejar un legado. Hace ocho años había una gran ausencia de mujeres de color en la televisión, y eso me atormentaba.

“No quiero decir que ha cambiado la situación en Hollywood, pues aún es difícil para nosotras conseguir buenos papeles protagonistas, en especial cuando tu color de piel es más negro que una bolsa de basura”, reconoce la actriz. Davis inició su carrera cinematográfica con el pie derecho, pues sus dos primeros trabajos fueron breves papeles en Traffic y Out of Sight, ambas películas de Steven Soderbergh.

Sin embargo, la oriunda de Carolina del Sur ha tenido que luchar por conseguir proyectos relevantes, intensos y alejados de los personajes típicos para mujeres de color. Y en ese camino, se convirtió en toda una maestra del dramatismo.

“Yo soy una mujer que tiene mucho sentido del humor, siempre estoy sonriendo y me la paso contenta. Sin embargo, todo mundo me conoce por los dramas y piensan que sólo trabajo en cosas serias.

“Si me dieran la oportunidad de hacer algo mucho más ligero, una comedia, creo que todos se sorprenderían. Claro, siempre y cuando el personaje se sienta real y honesto, no convencional”, puntualiza.

Este deseo bien se le podría cumplir pronto, sobre todo porque, a su parecer, finalmente la audiencia está exigiendo que artistas de diversas razas participen en productos que reflejen el mundo moderno. “Creo que la gente y el tiempo dictamina lo que quiere ver en sus pantallas. Lo que sucede actualmente en cine y televisión es un reflejo de esas realidades y esas necesidades.

“Ya no somos The Brady Bunch, ahora somos Black-ish, Fresh of The Boat, Jane The Virgin y Stranger Things… somos un cúmulo de sexualidades, razas, religiones, colores e ideales muy vasto”. Esta evolución se refleja en los Oscar de este año, pues tres de las nominadas a Mejor Película son protagonizadas por gente de color: Fences, Talentos Ocultos y Luz de Luna.

“Todas las cintas de este año reflejan lo que es América, no necesitamos hablar de ellas como si fueran una moda. Todos somos parte del panorama que es Estados Unidos y Hollywood”, puntualizó. “Me gustaría que toda la gente se dé cuenta que nuestras historias merecen ser contadas, más si tenemos a los artistas capaces. México tiene a Karla Souza, que es extraordinaria”.